¿Por qué dicen inclusión cuando quieren decir accesibilidad?

En el contexto virtual el concepto de inclusión pierde un poco el sentido, y para hacer referencia a un diseño universal que atienda a la diversidad del alumnado el término inclusividad se sustituye por un término que suena cada vez más, ACCESIBILIDAD.

La accesibilidad se define como un atributo de calidad del sistema a través del cual impartimos nuestra docencia.

En este contexto surgío hace unos años una iniciativa que trata de promover la accesibilidad web (Web Accesibity Initiative, WAI). Esta propuesta muestra gran cantidad de estrategias y recursos para que todas las personas que presenten algún tipo de discapacidad (visual, auditiva, motora o cognitiva) puedan acceder a cualquier sistema virtual.

De manera concreta, defiende que para que un recurso, un instrumento o una plataforma web sea accesible debe presentar cuatro características (WAI, Web Accessibility Initiative): perceptibilidad, operatividad, simplicidad y claridad.

·         La perceptibilidad se consigue cuando todos los alumnos con independencia de sus características pueden comprender el diseño que subyace a nuestro curso.

·         La operatividad se logra cuando nuestros alumnos pueden acceder al sistema sin someterse a un esfuerzo físico sostenido y sean cuales sean sus características físicas.

·         La simplicidad se logra cuando todos los usuarios pueden utilizar y entender fácilmente el diseño, sea cual sea su experiencia y sus conocimientos previos.

·         Por último, la claridad se consigue cuando se minimiza la aparición de errores.

Así, si conseguimos que nuestra plataforma, nuestro cuestionario, nuestro portafolios o nuestra videollamada sean accesibles estaremos asegurándonos llegar a la mayoría de los alumnos que tenemos en nuestra clase virtual.

Sin embargo, en ocasiones no sólo basta con que nuestro sistema sea accesible, ya que podemos encontrarnos con alumnos con una discapacidad más limitante (por ejemplo, discapacidad visual o auditiva severa, trastornos específicos del aprendizaje, etc.). En este caso es importante asegurarnos de que usan las estrategias de adaptación, y los productos de apoyo necesarios.

¿Pero qué son los productos de apoyo y las estrategias de adaptación?

·         Los productos de apoyo hacen referencia al hardware o software que permite a las personas con discapacidad interactuar y participar en un entorno digital, por ejemplo, usando un lector de pantalla.

·         Las estrategias adaptativas son técnicas que las personas con discapacidad utilizan para interactuar con el entorno digital. Por ejemplo, ajustar la configuración de la plataforma y el navegador o cambiar el tamaño de las ventanas del navegador

De esta manera, si el sistema a través del cual impartimos la docencia y evaluamos es accesible, y sin los alumnos usan las estrategias de adaptación y/o los productos de apoyo necesarios, conseguiremos alcanzar la inclusividad, pues todos los alumnos sin excepción podrán beneficiarse de un aprendizaje de calidad y participar plenamente en el proceso de aprendizaje (Ainscow 2015; Messiou et al. 2016).

Para saber más sobre accesibilidad e inclusión:

–          Catálogo de productos de apoyo tic recogidos en la orden de 21 de septiembre de 2011 de Andalucía.

https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Cat%C3%83%C2%A1logo%20Productos%20Apoyo%20TICv1%202011.pdf

–          W3C

https://www.w3.org/WAI/

Escrito por Vanessa Lozano.

Feedback sí, pero no cualquiera.

Muy frecuentemente se considera que el entorno virtual es un entorno frío y falto de personalización tanto para el alumno como para el profesor.

En muchas ocasiones el profesor sólo conoce del alumno a través de las actividades o prácticas que entrega y quizás alguna interacción por el micrófono o por el chat durante la videollamada. Lejos queda la cortesía de identificar a la mayoría de los alumnos con su nombre y dirigirse a ellos de manera más cercana y personal. Inequívocamente, tenemos la idea de que el uso de las cámaras es el camino a la individualización de la enseñanza virtual, sin embargo, los alumnos pueden sentirse incomodos con su uso, dado que es cierto que la webcam da acceso a una parte íntima y privada del estudiante.

En línea con esto, un estudio realizado por Senel y Senel (2021) ha revelado que los estudiantes universitarios están en general satisfechos con la calidad de la evaluación virtual excepto por dos aspectos. El primero de ellos es el puntaje otorgado a las pruebas ya que piensan que la evaluación no arroja resultados justos y acordes al trabajo realizado.

Y en segundo lugar los alumnos señalan como deficiente el uso de un feedback rápido y concreto.

Entonces, ¿Cómo podemos hacer que la docencia virtual sea más individualizada?

La respuesta a esta pregunta es muy sencilla, a través del uso de una retroalimentación efectiva. Así, esta personificación debe de realizarse de manera distinta al entorno presencial y resulta fundamental el seguimiento por parte del profesor del trabajo del alumno, un seguimiento que además forme parte de la evaluación. De esta manera el feedback cumple una doble función en entornos virtuales, la primera la de acompañar a los alumnos y personificar el entorno de aprendizaje y la segunda la de guiar el aprendizaje.

Por un lado, dado que no existe un entorno de clase convencional que nos permita interactuar con nuestros alumnos, la única manera de personificar y dirigirnos ellos es proporcionando un feedback concreto a las actividades propuestas. Esta retroalimentación se convierte en el medio de comunicación primario más frecuente entre profesor y alumno, promoviendo un aprendizaje más cercano e individualizado

Además, respecto a la evaluación, los estudiantes necesitan un feedback rápido y detallado para identificar cuáles son las deficiencias o los errores de su trabajo, pudiendo incrementar así su rendimiento dentro de la evaluación sumativa. Este feedback debería formar parte de la evaluación ofreciéndole a los alumnos la posibilidad de corregir o subsanar las áreas más deficitarias de las actividades o las tareas entregadas.

Retomando el título de este post: Feedback sí, pero no cualquiera. Sino un feedback, claro, efectivo, rápido y sobre todo individualizado que consiga acercarnos a los alumnos y personalizar la docencia virtual.

Para saber más:

Senel, S., & Senel, H. C. (2021). Remote Assessment in Higher Education during COVID-19 Pandemic. International Journal8(2), 181-199.

Koneru, I. (2017). Exploring moodle functionality for managing Open Distance Learning e-assessments. Turkish Online Journal of Distance Education, 18(4), 129-141. https://doi.org/10.17718/tojde.340402

Lanzamiento Actividad Formativa 2

La próxima semana dará comienzo la segunda acción formativa de las cuatro que el equipo de docencia digital del CMLI tiene previsto llevar a cabo durante el curso actual. Dicha acción formativa trabajará tres grandes bloques: Moodle, Google Workspace y videollamada. Referente al bloque de Moodle, las sesiones buscarán establecer las bases del manejo de dicha plataforma y se centrarán en aquellos aspectos que son de especial interés tales como la generación de cuestionarios y tareas. En cuanto al bloque de Google Workspace, se trabajarán todas las aplicaciones que ofrece dicho paquete además de tratar de transmitir de manera muy minuciosa los permisos o restricciones que le damos a los archivos a la hora de compartirlos con el alumnado o con la propia comunidad docente e investigadora. Finalmente, en el bloque relacionado con la videollamada, las sesiones tratarán aspectos técnicos, tanto del hardware como del software, a tener en cuenta cuando se convoca una videollamada. Además, en este último bloque, se mostrarán una serie de buenas prácticas comunicativas para que la videollamada sea lo más satisfactoria posible.  

Juan José González Quiñones

Profesor del Centro de Magisterio La Inmaculada. Adscrito a la Universidad de Granada

Departamento de Ciencias

Área Didáctica de la Matemática

Buenas prácticas digitales y gestión de la comunicación

Una vez celebrada la primera Actividad Formativa, quiero dar las gracias a todos los participantes, tanto a aquellas personas que asistieron de forma síncrona, como aquellas otras que han visto los vídeos de manera diacrónica, por la buena acogida que han tenido las distintas sesiones.

En la primera sesión hemos visto como debería ser el uso que los docentes hacemos de los espacios virtuales de aprendizaje, así como unas indicaciones para poder elegir la plataforma virtual que más se adecúe a nuestras necesidades educativas.

En otra sesión, se nos presentó el concepto de “Nettiquete o Cortesía Digital”, para comunicarnos con la mayor corrección posible con el alumnado; la dimensión académica de la huella digital, muy a tener en cuenta, ya que todo queda en la Red; la integridad académica, y los medios para desarrollarla en el entorno digital, bastante relacionado este apartado con los dos anteriores. La prevención del plagio, con una serie de indicaciones muy útiles, de cara a formar a los discentes, para evitar esta acción ilegal e inmoral.

En la tercera y cuarta sesión, aprendimos a utilizar dos gestores bibliográficos, Mendeley y Refwork, con todas las posibilidades que estas herramientas nos ofrecen a la hora de organizar los materiales en la investigación educativa.

En las dos últimas sesiones, aprendimos a utilizar de manera educativa una herramienta del mundo del marketing, Mailrelay, pensada para la creación y el envío de newsletter. Finalizando con un amplio repaso a las funciones más relevantes del correo electrónico que utilizamos en el centro, Microsoft Outlook.

Manuel García Ibáñez